Mis propósitos literarios para el año que nos traemos entre manos son pocos, pero no livianos. Digamos que fácilmente se pueden dividir en dos campos: la lectura y la escritura.
Los dos ámbitos se me antojan de la misma importancia, personalmente.
Mirando hacia fuera, a lo que yo puedo aportar al panorama editorial, leer siempre será más rentable para el mismo, ya que mientras leo no escribo, lo cual supone, al menos, un descanso para mis seguidores en las redes, ya que no les daré mucho la tabarra con mis novedades. Por otro lado, cuanto más lea, mejor será mi escritura (al menos eso dicen los entendidos), cosa que mis lectores también agradecerán.

En cuanto a las lecturas, existen, a su vez, dos partes: la más concreta, materializada en títulos como Ulises, de Joyce o El tugurio, de Emile Zola, por ejemplo; y la más abstracta, en la que me propongo diversificar mis lecturas abordando tanto nuevos géneros como nuevos escritores.
En cuanto a la escritura y publicación, amenazo con publicar una nueva novela este año. Ya está escrita y revisada por mí mismo un par de veces, lo que quiere decir que está bastante avanzada. Si estará a mediados de año o a finales ya es algo que no dependerá de mí. También tengo bastante avanzado un libro de relatos que se salen del habitual género negro que escribo. Espero que, este sí, vea la luz a mediados de año, para que tengan tiempo los lectores de leerlo en sus vacaciones de verano, por ejemplo.
Para terminar quiero hablar de un proyecto más ambicioso, casi utópico. Mi intención es traducir a Poe. Sí, es algo que no sé si podré llevar a cabo con dignidad dado mi inglés nivelmedio tan español. Quiero sumergirme en las páginas del maestro en su idioma original, quiero ser como Baudelaire, Borges o Cortázar.
Siento que no me apetece inventar, ahora busco matizar, entender, conversar con Poe, como Sanz Irles conversó con Eliot en su traducción de The waste land.
Quiero interpretar (mejor que una técnica traducción) a Poe. Quiero, acaso convirtiéndome en un moderno Pierre Menard, ser Edgar Allan Poe.
No tengo muchas expectativas, dicho sea de paso. Como digo, soy totalmente lego en cuestiones de traducción e interpretación, pero voy a poner todo el esfuerzo que pueda en hacer algo de provecho. Si considero que merece la pena, quizás vea la luz, pero eso ya será otro año. Hasta entonces, que tengan un feliz y muy literario 2023.