El otro día, trasteando por la app del proyecto eBiblio —que es un servicio muy útil de préstamo de libros y revistas electrónicos y audiolibros desarrollado por el Ministerio de Cultura y Deporte—, me topé con un interesante libro al que tenía ganas de hincar el diente.
El libro en cuestión se titula «La piel», editado por Alfaguara y escrito por Sergio del Molino (Madrid, 1979), al que posiblemente conoceréis por «La España vacía» (Editorial Turner, 2016), aunque su lista de publicaciones, obviamente, es mucho más larga.
Es el primer libro que leo de Sergio del Molino, al que sólo conocía por su faceta de colaborador en el programa «La cultureta». Me ha parecido un autor más que interesante y con una profundidad digna de destacar. Partiendo de una enfermedad, traza un camino que nos lleva desde la residencia de verano de Stalin en Sochi hasta, por ejemplo, Cindy Lauper, cuyo capítulo merece para mí mención especial —esta es una opinión muy personal que no tiene que ver con la calidad literaria del capítulo, que la tiene, pero no más ni menos que los demás.
El libro es un esqueleto de relatos unidos por una piel escamada y frágil que los envuelve y les da sentido, les proporciona una totalidad. El músculo de este ser de más de 220 páginas está en la profundidad de los sentimientos narrados y en un humor que recorre toda la obra y que me recordó en muchas ocasiones a Woody Allen.

En cuanto a la narración propiamente dicha, me ha gustado cómo el autor va de dentro hacia fuera en cada relato; terminando siempre en la piel, siendo el recorrido de las ideas el inverso: de lo superficial a lo profundo.
Mostrándonos esta piel, su piel, Sergio del Molino se nos revela en unos capítulos autobiográficos como una persona aguda e inteligente, y nos muestra su visión de la enfermedad en general y, en particular, de las que afectan a la imagen, tan importante en nuestra sociedad.
Para mí ha sido una lectura muy provechosa y entretenida. Recomiendo encarecidamente su lectura y sé que no me equivoco haciéndolo.
Ya estoy buscando la próxima lectura de Sergio del Molino.