La inspiración tras la novela

Podría empezar esta entrada con eso tan manido de los influencers de Instagram de «muchos me habéis preguntado…», pero la relación que quiero con los que se acerquen aquí no se basa en la mentira. Así que os diré la verdad: escribo esta entrada porque me da la gana —por otro lado, no se me ocurre mejor motivo.

Voy a hablaros de la inspiración que hay detrás de mi cuento La espera. La novela empieza así:

«Desde fuera, la vista era la de una niña vestida de azul leyendo un libro. Enmarcada por la gran ventana de madera pintada en blanco, la dulce niña posaba junto a una escopeta de caza. Ese cuadro podría verlo todo el que pasase por el camino que iba desde el pueblo hasta un viejo molino que ya casi nadie usaba; por lo tanto, se podía decir que era un camino poco concurrido.

Desde dentro, el cuadro era otro. Una trenza deshilachada le caía sobre la espalda y la escopeta sólo eran dos cañones alzados sobre una pequeña pila de libros. La niña miraba el camino y la vasta extensión de terreno que se abría ante ella. Los colores ocres de los campos de cereal atraían su mirada. Nunca se había detenido a observar aquel paisaje. De hecho, nunca se había parado a mirar el mundo desde aquella ventana, que era la de la habitación de sus padres.»

Me gusta creer que el Arte invita al Arte y, sin poder decir yo que mi novela sea una obra de arte, puedo decir que fue inspirada por otras obras de arte. Las de Alex Russell Flint, para ser exacto. La obra en cuestión, o conjunto de obras, que llamaron mi atención se pueden resumir en esta imagen.

Niña sentada en una silla con escopeta en una mano y libro en la otra
Waiting. Alex Russell Flint.

Es bastante potente, ¿verdad? A mí me parece una fuente de inspiración increíble, sin duda. ¿No te lo parece? Cuando vi esta imagen (y otras de la misma serie) entendí que tenía que escribir algo sobre esa niña. Tenía que contestar a todas esas preguntas que surgen: ¿Por qué empuña una niña un rifle? ¿Qué espera la niña? ¿Qué hay tras esa ventana?

Las respuestas que salieron de esas preguntas —y alguna más— fueron conformando la historia de nuestra protagonista, esa niña de la trenza deshilachada que añora a su hermano. Esa niña que intenta proteger su casa de no sabemos qué mal. Me traje la historia a nuestro país, eso sí y a una época anterior a la Guerra Civil. Es ahí es donde transcurre esta obra, en la España rural de principios de los treinta. Para saber todas esas respuestas, para conocer lo que acontece en la novela —si no lo sabes ya—, te invito a leer La espera.

Lo que también conseguí gracias a Alex Russell Flint —y ya termino— fue asistir a mi primer club de lectura con una de mis novelas. Gracias a estas pinturas del británico y una mención que hice en Instagram, me invitaron a charlar sobre La espera en el club de lectura del CEIP Carlos Sainz de los Terreros. Una experiencia maravillosa de la que ya hablé en este blog.

Pues esto es lo que os quería contar hoy. Un poquito de inspiración nunca viene mal. Espero algún día ser la inspiración de otros artistas, eso sería una gran meta alcanzada.

2 comentarios en «La inspiración tras la novela»

  1. Ramón Responder

    Interesante tema. A mí me gusta considerarlos «disparadores», conceptos aparentemente sin sentido que provocan en el artista esa inspiración para ponerse a imaginar una historia que puede acabar en cualquier sitio.
    En mi caso, ya te comenté por Tuiter, tu relato que comenzaba con ese padre tomando su paraguas antes de salir me recordó un suceso personal: el mío siempre salía con sombrero en invierno. Ese fue mi disparador. Él fue contable, y su trabajo era menos aburrido del que cabía imaginar. Incluso le tocó auditar un tema en Beirut porque una inoportuna bomba destruyó documentación original.

    • Enrique Autor de la entradaResponder

      Benditos sean esos disparadores que se presentan sin avisar, arrojando luz sobre nuestro propio inconsciente. De ahí a la página ya hay que tirar de oficio

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *